LOS COMUNEROS

Este libro representa una actualización de una obra que había quedado fuera de circulación, destacando su importancia tanto literaria como histórica, especialmente en el contexto del romanticismo y liberalismo español del siglo XIX.

Ventura García Escobar, un individuo polifacético como poeta, intelectual, jurista y político, es actualmente poco reconocido, a pesar de haber sido una figura relevante en su época. Originario de Medina de Rioseco, desempeñó roles políticos importantes como miembro del Partido Progresista y ocupando cargos de alcalde y teniente de alcalde en su localidad natal, además de ejercer como abogado. Aunque mantuvo una amistad inicial con destacadas figuras literarias del romanticismo español, como Gil y Carrasco, José Zorrilla o Fernández y González, se alejó del ámbito literario debido a controversias generadas en la prensa, lo que resultó en un exilio prolongado del mundo literario hasta nuestros días.

En 1812, durante el asedio de Cádiz por las tropas francesas, Martínez de la Rosa obtuvo notable éxito al representar la tragedia "La viuda de Padilla". Sin embargo, durante el Trienio Liberal (1820-1823), los comuneros fueron consagrados como defensores de la libertad. Este periodo vio un reconocimiento significativo a través de calles dedicadas a los comuneros ajusticiados en Villalar, homenajes en las Cortes Generales a Padilla, Bravo y Maldonado, y un aumento en las obras literarias e históricas que abordaban el tema de los comuneros. Desde entonces, cualquier progresista se enaltece e identifica con los héroes de esa jornada infeliz.

En este contexto de revalorización de los comuneros y la interpretación del hecho a la luz del liberalismo romántico, la novela de García Escobar encaja perfectamente. La interpretación liberal y progresista, combinada con el sentido crítico de la historia propio del historicismo romántico, constituye la base de esta novela, que ofrece una de las visiones más claras del evento desde la perspectiva romántica.